Con el objetivo de evaluar propuestas, recomendaciones y acciones para establecer la resolución de mejores medidas de conservación del atún en el Océano Pacífico Oriental (OPO) en 2017, se celebró en la Jolla (California) la 91º reunión extraordinaria de la Comisión Interamericana de Atún Tropical (CIAT). Representantes de la flota atunera española participaron en el encuentro que se prolongó durante tres días
Consciente de su responsabilidad con respecto al estudio científico de los atunes y especies afines en su Área de Convención y de formular recomendaciones a sus miembros y no miembros cooperantes (CPC) con respecto a esos recursos, y reconociendo que la producción potencial del recurso puede ser reducida si el esfuerzo de pesca es excesivo, la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) adoptó en su 91º Reunión Extraordinaria diversas medidas orientadas a la conservación de la especie en el Pacífico Oriental.
Así, consciente de que la capacidad de las flotas de cerco que pescan atunes en el Área de la Convención sigue en aumento, la CIAT ha tenido en cuenta “la mejor información científica disponible, reflejada en las recomendaciones del personal de la Comisión, así como el enfoque precautorio”. Valorando también la importancia de las medidas de conservación tomadas por la Comisión de Pesca del Pacífico Occidental y Central (WCPFC) para las poblaciones de atunes en esa región y las poblaciones de atunes altamente migratorios en el Océano Pacífico.
De esta forma, se acordó aplicar en el Área de la Convención las medidas de conservación y ordenación (establecidas a continuación) para los atunes aleta amarilla y patudo, al tiempo que se solicitó que el personal de la CIAT dé seguimiento a las actividades de pesca de los buques del pabellón del CPC respectiva con respecto a este compromiso, y que informe de estas actividades en la próxima reunión de la Comisión.
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Las medidas son aplicables en 2017 a todos los buques de los CPC de cerco, de clase de capacidad de la CIAT 4 a 6 (más de 182 toneladas métricas de capacidad de acarreo), y a a todos sus buques de palangre de más de 24 metros de eslora total, que pesquen atunes aleta amarilla, patudo y barrilete en el Área de la Convención.
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Los buques cañeros, curricaneros y de pesca deportiva, y los buques de cerco de clases de capacidad de la CIAT 1 a 3 (182 toneladas métricas o menos de capacidad de acarreo) no quedan sujetos a las presentes medidas.
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Todos los buques de cerco incluidos en las presentes medidas deben cesar de pescar en el Área de la Convención durante un periodo de 62 días en 2017. Estas vedas serán aplicadas en uno de dos periodos de la siguiente forma: 29 de julio hasta el 28 de septiembre de 2017, o del 18 de noviembre de 2017 hasta el 18 de enero de 2018.
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Los buques de cerco de clase de capacidad de la CIAT 4 (entre 182 y 272 toneladas métricas de capacidad de acarreo) podrán realizar un solo viaje de pesca de hasta 30 días de duración durante el periodo de veda especificado, siempre que lleven a bordo un observador autorizado de conformidad con el Acuerdo sobre el Programa Internacional para la Protección de los Delfines.
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La CIAT establece un límite de captura anual total del nivel promedio observado durante 2013-2015 para la aleta amarilla y patudo (combinados) capturado, o sea, 97,711 t para la pesca sobre objetos flotantes por buques cerqueros de clases 4,5 y 6 e capacidad, y 162,182 t sobre delfines por buques de clase 6. Estos límites de captura incluyen la activación de la capacidad reconocida a Guatamela y Venezuela en la 88ª Reunión de la CIAT. El director notificará a los CPC cuando la captura de aleta amarilla y patudo por buques cerqueros de clases 4,5 y 6 de capacidad alcance el 80% del límite de captura total en lances sobre objetos flotantes o delfines, respectivamente. En el 90% del límite de captura total, el director notificará a los CPC de una fecha estimada de cierre de la pesquería respectiva, y en el 100% anunciará el cierre. Los CPC se asegurarán que los buques cerqueros que enarbolan su pabellón cesen de hacer lances sobre objetivos flotantes o delfines cuando se alcance el límite total en la pesquería respectiva.
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La pesca de los atunes aleta amarilla, patudo y barrilete por buques cerqueros dentro de la zona de 96º y 110ºO y entre 4ºN y 3ºS, será vedada desde las 00:00 horas del 29 de septiembre hasta las 24:00 horas del 29 de octubre.
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Para cada uno de los periodos de veda, cada CPC comunicará al director, antes del 15 de julio, los nombres de todos los buques de cerco que acatarán el periodo de veda. Cada buque que pesque durante 2017, independientemente de su pabellón o de si lo cambia durante el año, debe acatar el periodo de veda al cual fue comprometido. (Ver exenciones en la Resolución C-17-01 en la web de la Comisión Interamericana del Atún Tropical).
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Cada CPC deberá, para las pesquerías del cerco, adoptar las siguientes disposiciones: Antes de la fecha de entrada en vigor de la veda, tomar las medidas jurídicas y administrativas necesarias para instrumentarla; Informar de la veda a todos los interesados de su industria atunera; Informar al director de que se han tomado estos pasos; Asegurar que en el momento de iniciar un periodo de veda, y durante la duración del mismo, todos los buques atuneros de cerco que pesquen atunes aleta amarilla, patudo y/o barrilete comprometidos a acatar este periodo de veda y que enarbolen su pabellón o operen bajo su jurisdicción, estén en puerto, excepto los buques que lleven un observador autorizado con el APICD, que podrán permanecer en el mar, siempre que no pesquen en el Área de la Convención. La única otra excepción a esta disposición será que los buques que lleven un observador autorizado podrán salir de puerto durante la veda, siempre que no pesquen en el Área de la Convención.
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China, Japón, Corea y Taipéi Chino se comprometen a asegurar que las capturas anuales totales de atún patudo por sus buques de palangre en el Área de la Convención durante 2017 no superen los niveles siguiente:
En toneladas métricas: China (2,507); Japón (32,372); Corea (11,947) y Taipéi chino (7,555).
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Todos los demás CPC se comprometen a asegurar que la captura anual total de atún patudo por sus buques de palangre en el Área de la Convención durante 2017 no supere 500 toneladas métricas o sus capturas respectivas de 2001, la que sea mayor. Las CPC cuyas capturas anuales superen 500 toneladas métricas proveerán de informes mensuales de capturas al director.
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Se prohíben las descargas y transbordos de atún o productos derivados que hayan sido identificados positivamente como provenientes de actividades de pesca que contravengan las presentes medidas. Se solicita al director proporcionar información pertinente a los CPC para apoyarles en este respecto.
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Cada CPC remitirá al director, antes del 15 de julio de 2018, un informe nacional sobre su esquema actualizado de cumplimiento y de las acciones adoptadas para instrumentar las presentes medidas, incluyendo cualquier control que haya impuesto a sus flotas y cualquier medida de seguimiento, control y cumplimiento que haya establecido para asegurar el cumplimiento de dichos controles.
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A fin de evaluar los avances hacia los objetivos de estas medidas, en 2017 el personal científico de la CIAT analizará los efectos sobre las poblaciones de la aplicación de las presentes medidas y de las medidas de conservación y ordenación previas, y propondrá, en caso necesario, medidas apropiadas para aplicar en años posteriores.
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Sujeto a la disponibilidad de los recursos financieros necesarios, se solicita al director proseguir con los experimentos de rejas excluidoras de atunes juveniles y de otras especies de peces no objetivo en las redes de cerco de los buques que pesquen sobre plantados y sobre atunes no asociados, mediante la elaboración de un protocolo experimental, que incluirá parámetros para los materiales que usar para las rejas excluidoras, y los métodos para su construcción, instalación y uso. El director especificará también los métodos y el formato para la recolección de datos científicos que se usarán para el análisis del funcionamiento de dichas rejas. Todo ello sin perjuicio de que cada CPC pueda llevar a cabo sus propios programas experimentales de rejas excluidoras, y presentar sus resultados al director.
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Renovar para 2017 el programa para requerir que todo buque cerquero retenga a bordo y descargue todo atún patudo, barrilete y aleta amarilla capturado, excepto pescado considerado no apto para consumo humano por razones diferentes a su tamaño. La única excepción será el lance final de un viaje de pesca, cuando no haya suficiente espacio disponible en bodega para cargar todo el atún capturado en dicho lance. En su reunión anual en 2017, la CIAT revisará los resultados del programa, incluido el cumplimiento, y decidirá si continuarlo.
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La CIAT continuará los esfuerzos para promover la compatibilidad entre las medidas de conservación y ordenación adoptadas por la CIAT y la WCPFC (siglas en inglés de la Comisión de Pesca del Pacífico Occidental y Central) en cuanto a sus metas y efectividad, incluyendo consultas frecuentes con la WCPFC, a fin de mantener conocimientos exhaustivos de las medidas de conservación y ordenación dirigidas a los atunes aleta amarilla, patudo, y otros, y de los fundamentos científicos y efectividad de dichas medidas, e informar a sus miembros respectivos de las mismas.
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En 2017 y 2018 se evaluarán los resultados de las presentes medidas, en el contexto de los resultados de la evaluación de poblaciones, así como de los cambios en el nivel de la capacidad activa en la flota cerquera y, dependiendo de las conclusiones a las que llegue el personal científico de la CIAT en consulta con el Comité Científico Asesor. En base a esa evaluación, la Comisión deberá adoptar acciones adicionales incluyendo una extensión sustancial de los días de veda para buques cerqueros o medidas equivalentes, en su reunión de 2017.
Al encuentro asistieron delegaciones de 20 países que conforman la Comisión: Belice, El Salvador, Nicaragua, Canadá, Estados Unidos, Panamá, China, Francia, Perú, Colombia, Guatemala, Taipéi Chino, Corea, Japón, Unión Europea, Costa Rica, Kiribati, Vanuatu, Ecuador, México y Venezuela.
La flota atunera española apuesta por una mejora en la gestión de Pacífico e Índico
La flota atunera española se encuentra inmersa en una frenética agenda para tratar de extender la Gobernanza Oceánica en el Pacífico y el Índico. Entre los numerosos encuentros y reuniones en las que tomaron parte en los últimos meses, destaca su presencia en la 91º Reunión Extraordinaria de la Comisión Interamericana del Atún Tropical, organización que gestiona la pesquería en la zona del Pacífico Oriental, y en la 6ª reunión del Grupo de Trabajo en Colaboración y Cooperación en Pesquerías de Atún, de la Comisión del Suroeste del Océano Índico.
En este sentido, desde Opagac recuerda que la flota atunera española ya defendió en la UE el papel crucial que viene desempeñando desde hace años para garantizar la seguridad y la denominada Gobernanza Oceánica en aquellos océanos en los que opera. En esta línea, los representantes de la flota ofrecieron al comisario de Asuntos Marítimos y Pesca de la UE, Karmenu Vella, aprovechar esta capacidad para conseguir el objetivo que la Comisión Europea y la Presidencia de Malta se han marcado para su promoción, así como para prevenir la sobreexplotación pesquera, un tema que preocupa tanto a las Administraciones como a los propios empresarios.
Océano Pacífico
A la reunión celebrada en California, la flota atunera española asistió confiada en poder apoyar el mantenimiento de las medidas de gestión que se han venido aplicando hasta la fecha y que se traducen en la parada de actividad de toda la flota de cerco que faena en el Pacífico Oriental durante 62 días al año. Y es que en la reunión se debatía la necesidad de realizar algún ajuste en la cantidad de los días de parada debido al aumento del número de buques que faenan en la zona, que ha elevado en un 10% la capacidad operativa en los últimos tres años, hasta alcanzar los 255.972 m3.
En este foro, La Organización de Productores de Atún Congelado (Opagac) defendió la adopción de otras medidas de control más efectivas y constatadas, “que contribuirían a proteger mejor los stocks”. A este respecto, la flota española aboga por crear áreas cerradas a la pesca de forma temporal (las denominadas “corralito” en el sector) para el atún rabil, basándose en los buenos resultados que esta práctica ha tenido con el patudo. En relación a esta última especie, Opagac propone aumentar temporalmente el cierre de los “corralitos” ahora existentes e incluso extenderlo a otras áreas.
Igualmente, la Organización de Productores de Atún Congelado solicitó un control exhaustivo de la localización de los barcos, mediante la transmisión vía satélite, y a través de VMS (Vessel Monitoring System), de la posición a la CIAT. Por último, también defendió la adopción de Normas de Control de Capturas que aseguren que las poblaciones se mueven dentro de los márgenes de explotación sostenibles y que se tomen medidas precautorias cuando existan indicios de que los niveles de explotación aumenten hacia índices insostenibles.
Oceáno Índico
Los representantes de la flota atunera española también estuvieron presentes en la 6º reunión del Grupo de Trabajo de Pesquerías de Atún que la Comisión del Suroeste del Océano Índico celebró en Zanzíbar. En esta reunión, en la que participaron doce países costeros del Índico, se estudió las condiciones de acceso mínimas para los acuerdos de pesca, entre otras propuestas.
Opagac ha sido el promotor de este proceso, “en participar en lo que se refiere a la coordinación de actividades a nivel regional, tales como programas de inspección en puerto y observadores”. En opinión de la organización, “la adopción de programas regionales de observadores e inspectores ayudaría a los países a armonizar estándares para la recolección y la gestión de la información”. En este sentido, añaden, que este proceso podría contar con el apoyo económico del sector pesquero, contribuyendo con el salario de observadores y el coste de las inspecciones en puerto.
La reunión de Zanzíbar también tenía el propósito de conseguir un acuerdo no vinculante que ayude a estos países a desarrollar mecanismos para ser más eficientes en la gestión de sus recursos a nivel nacional e internacional. Opagac defiende el carácter no vinculante de este acuerdo para evitar el conflicto en la gestión de algunas poblaciones compartidas con la IOTC (Indian Ocean Tuna Comission), quien tiene el mandato de gestión en esta zona de las poblaciones de túnidos.
Los países participantes en esta cumbre fueron los siguientes: Somalia, Comoros, Francia, Kenya, Madagascar, Maldivas, Mauricio, Mozambique, Seychelles, Yemen y Sudáfrica. Al foto también asistieron representantes de la Unión Europea, en calidad de observadores, al igual que distintas ONG’s.
Ecuador insistirá en mayo con sus medidas para la conservación del atún
La representación ecuatoriana la encabezaron Pilar Proaño, Viceministra de Acuacultura y Pesca, y Víctor Alcívar, subsecretario de Recursos Pesqueros, que estuvieron acompañados por representantes de la Cámara Nacional de Pesquería y de la industria Atunera. El resultado de la cumbre que tuvo lugar en La Jolla no fue satisfactoria para los ecuatorianos que ya han anunciado que seguirán trabajando y volverán a proponer medidas en la próxima reunión de la CIAT, que tendrá lugar en el mes de mayo.
Ante la propuesta de Estados Unidos de trazar límites de captura del atún patudo y aleta amarilla por barcos individuales con una tasa de captura igual o menor a una tonelada por metro cúbico por barco, Pilar Proaño recalcó que la delegación de Ecuador no está de acuerdo con la postura del país del norte, dado que esta medida provocaría en el tiempo un aumento del esfuerzo de pesca a largo plazo ya que esta proposición hace referencia a la capacidad total de los barcos en la CIAT.
Por contra, según indicó Proaño, “Ecuador propone establecer un límite de captura con una tasa de reducción y una asignación por país, sobre la cual se fijé una cuota individual por barco asignado a través de la Autoridad Pesquera bajo el estricto control de la misma”.
Esto, destacó al viceministra ecuatoriana, “también motivaría a armadores y capitanes a responsabilizarse en el uso y manejo de su cuota asignada. Esta es una medida integral de responsabilidad y control en el cruce de información entre la Autoridad Nacional y la CIAT”.
“Ecuador planteó una propuesta responsable sobre la visión de la conservación y un mejor manejo de la medida alternativa y complementaria a las medidas planteadas por la CIAT”, dijo Pilar Proaño quien, además, indicó que esta alternativa supone un control más eficiente dado que el Estado fundamenta sus acciones en la conservación de los recursos dentro la pesquería sobre objetos flotantes.
La propuesta de un límite global establecida dentro las medidas de ordenamiento y que fue adoptada en febrero de 2017, genera a Ecuador preocupación en la gestión de la misma, toda vez que ésta supondría una afectación en el manejo y control, lo que conllevaría una posible “carrera por pescar” afectando a la provisión de materia prima a la industria.
Por esto, la Viceministra enfatizó que el comité científico y los países partes tienen la responsabilidad de evaluar la mejor medida de conservación para la sostenibilidad del recurso porque de este depende el futuro de la pesquería del atún y las dependencias que provienen de la misma.
Y aunque la propuesta del Ecuador no fue aceptada, “por su compromiso de preservar las especies de túnidos, el país volverá a plantear en la próxima reunión, que tendrá lugar en mayo de este año, otras alternativas con la finalidad de concretar las mejores medidas de conservación para el 2018 y 2019”.
El “Atún del Ecuador” es una de las industrias de mayor crecimiento del país que genera empleos de calidad con responsabilidad social y ambiental. Aporta a la sostenibilidad en toda su cadena de producción, certifica la trazabilidad desde su origen hasta el consumidor final en los rincones más lejanos del mundo, garantizando productos de altísima calidad.