El liderazgo que ostenta Galicia en el mundo de la conserva a nivel mundial es indiscutible. Producto, maquinaria, investigación y, en definitiva, saber hacer, nos han llevado a lo más alto de un sector que, a pesar de las dificultades, ha sabido defender su posición e ir siempre más allá.
En este número de la revista les hablamos de algunos ejemplos de lo que representa la industria conservera en Galicia, y desde aquí, para el mundo. Un buen ejemplo de que lo bueno no necesita de mucho más para triunfar son las conservas de Ramón Franco, una delicatesen que tiene en el mejillón de nuestras rías al perfecto aliado para conquistar los mercados.
Con una producción modesta, de cerca de dos millones y medio de conservas anuales, la fábrica lleva 56 años de actividad en A Pobra y hoy en día, con la tercera generación ya incorporada a la actividad empresarial, su producto estrella, “el mejillón en escabeche”, se puede encontrar en países como Japón, China y Uruguay.
Marcando también la diferencia se encuentra Herfraga. Esta empresa familiar de maquinaria para la industria conservera es un ejemplo de lo que se puede conseguir con audacia, un buen producto y un trabajo serio. Sesenta y siete años después de sus inicios en Carballo, Herfraga continúa conquistando el mercado mundial con sus empacadoras de atún, tan buenas que incluso han sufrido el mal de la piratería, con copias hechas en Asia. La segunda generación familiar lleva las riendas de la compañía que ya exporta el 80% de lo que fabrica. Y todo eso sin salir de Carballo.
En lo que se refiere a la investigación, el referente ha sido y es Anfaco-Cecopesca. Del nacimiento del Cytma y de sus objetivos nos habló en una larga entrevista el coordinador científico de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos, Roberto Carlos Alonso Baptista de Sousa. De la importancia del centro puesto en marcha por Anfaco dan buena cuenta las siguientes cifras: un total de 64 proyectos de I+D, siendo el 80% bajo contratación directa con más de 100 empresas participantes, y más de 50 millones de euros movilizados, sólo en el año 2016. Y en 2017 se ha seguido la línea ascendente, al tiempo que el Cytma ha aumentado su prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras.
También en Anfaco hemos hablado con su presidente, Jesús Manuel Alonso Escurís, quien nos ha explicado hacia dónde va la conserva gallega. Así, con respecto al cambio de propiedad y la concentración de las conserveras de Galicia en grandes grupos empresariales, Alonso Escurís asegura que “es algo que debe verse como una oportunidad y no como una amenaza. Ganar dimensión también puede suponer ser más competitivos en un mercado global, sin despreciar lógicamente el que siga manteniéndose una estructura predominantemente de pequeñas y medianas empresas”.
En lo que respecta a su mandato como presidente de Anfaco-Cecopesca, cargo para el que fue elegido por unanimidad en mayo de 2014, señala que de lo que se siente más orgulloso es de la creación del Observatorio de la Trazabilidad del Atún “Es necesario que la Unión Europea fiscalice que todos los que operamos en este territorio cumplimos las mismas reglas de juego, porque en igualdad de condiciones la industria conservera española es, sin lugar a dudas, la más competitiva”.
También han colaborado en este número especial dedicado a la conserva representantes de las más destacadas empresas del sector como Hermasa, Filinox, Nautical, MCG o Actemsa. Todos ellos han participado con su experiencia y sus logros en esta edición de Industria Atunera, la última del año 2017.
Otro de los temas destacados de este número es la 25º Reunión Ordinaria de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), que en este ocasión tuvo como escenario Marruecos, y que contó con la participación de más de 630 delegados de 44 partes contratantes, seis organizaciones internacionales y 23 ONG’s. Sus decisiones y los efectos de las mismas sobre la flota española han sido recogidos en esta publicación con entrevistas y diferentes reacciones por parte de la Secretaría General de Pesca, la flota atunera, la Organización de Palangreros Guardeses y Cepesca, la patronal pesquera española.
De la estabilidad en el pez espada, al susto del marrajo dientuso del Atlántico, pasando por la decepción para el sector del atún rojo, una vez más, las decisiones del organismo no contentaron en demasía al sector pesquero español. Una historia que se repite.
Y con estas noticias despedimos al 2017, esperando que el año que viene todo lo que contemos en estas páginas sea positivo para el mundo del mar.