Javier Touza fue reelegido en 2016 presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo, tras alzarse por un voto en unas elecciones muy reñidas, una circunstancia que asegura no haber influido a la hora de trabajar: “Estamos todos absolutamente centrados en los grandes retos del sector”. Entre estos, la prohibición de los descartes y la salida del Reino Unido de la UE. En esta línea, y sobre el Brexit, el presidente de los armadores de Vigo asegura que “la forma por la que la UE de 27 puede seguir funcionando y salir reforzada es apostar por más Europa, más unida, que se potencia la solidaridad entre los 27, que haya unas políticas más unificadas y que prime la eficiencia y la solidaridad entre países”. En esta entrevista, Javier Touza también nos habla de la necesidad de mayor flexibilidad por parte de la UE a la hora de eliminar los descartes y de la vuelta a la Secretaría de Pesca de Alberto López, ahora como secretario general, “la persona idónea para este momento en el que estamos”
Hace poco más de un año que renovó como presidente de la cooperativa de armadores por un voto más que Iván López. ¿Se siente respaldado por el conjunto de asociados?
Sinceramente, siempre me he sentido respaldado. La cuestión es que creo que era necesario fijar unas bases sólidas, de futuro, dado que cuando se lleva a cabo la renovación del cargo de presidente, no sólo es el presidente el que sale elegido, sino que es el consejo al completo. Creo que había necesidad de una actualización de los estatutos, de fijación de normas de régimen interno para la representatividad de los diferentes subsectores… Una serie de cuestiones para lo que consideramos, así lo consideró la Asamblea General a propuesta mía, que teníamos que darnos un poco más de tiempo, aplazar las elecciones y fijar con nitidez las reglas a efectos de buscar esa representatividad en la asamblea. Y al existir dos candidatos, gtambién había necesidad de tiempo para tener la posibilidad de enviar un programa a todos los asociados con nuestras líneas básicas sobre cómo debía ser la Cooperativa del siglo XXI. Fue lo que hicimos, así como un pequeño debate en presencia de la Asamblea General. Por lo tanto, yo creo que el respaldo siempre lo he tenido y puedo decir que me siento más reforzado, y esto se debe principalmente a dos aspectos: de manera consensuada hemos establecido esas líneas directrices de cómo desarrollar los procesos electorales en el futuro y hemos detectado la necesidad de llevar a cabo una modificación en los estatutos respecto a ciertos aspectos, que es lo que estamos ahora analizando, para adecuar las normas a la realidad actual, que es cambiante. No todas las asociaciones o subsectores tienen el mismo peso en cada momento, porque se producen desguaces o aumentan unidades, hay altas, bajas… Por ejemplo, se acaba de producir la incorporación de una gran empresa como es Pescanova. Todo eso requiere un encaje, una adaptación a las circunstancias, y pensamos que era mejor esperar un poco, dilatar un poco el proceso electoral para fijar esas bases. Había dos candidatos, dos perfiles, y la Asamblea General eligió, el resultado fue muy reñido, de lo que me alegro enormemente porque quiere decir que tenemos banquillo, que hay futuro, y desde luego lo más importante es que mi contrincante, Iván, está en estos momentos teniendo un papel relevante dentro de los órganos de la Cooperativa, nos está representando en diferentes foros, aportando desde el minuto uno. Por otra parte, creo que el Consejo se ha revitalizado muchísimo con la incorporación de más gente. Ahora mismo, el 99% de las cuestiones que se tratan son relativas a los problemas y a los retos que tenemos encima de la mesa y eso es bueno. Estamos absolutamente centrados en esos desafíos llámense Brexit, descartes o renovación de flota…
Hablando de Nueva Pescanova, ¿se le consultó a los asociados la entrada del grupo en la Cooperativa, teniendo en cuenta que anteriormente las relaciones no habían sido excesivamente buenas?
Es cierto, pero evidentemente aquí no se toma ninguna decisión importante, y mucho más una que pueda afectar a la propia estructura de nuestros asociados, sin tener la aprobación de forma unánime.
¿Y cómo se fraguó esa incorporación?
La iniciativa partió de Nueva Pescanova, que consideró que debía hacer un cambio en su estrategia, abrirse más a la sociedad y, sobre todo, buscar sinergias con otras organizaciones, donde debería estar de manera natural y una de ellas era la Cooperativa de Armadores de Vigo, Ahora mismo estamos en diversos grupos de trabajo sobre renovación de flota, sobre colaboraciones público-privadas a efectos de cooperación al desarrollo en terceros países, y donde están plenamente implicados en muchas de las actividades que estamos realizando. Por lo tanto, a petición de ellos, analizamos su incorporación previamente en el Consejo, donde de manera unánime fue aprobada, y después lo presentamos a la Asamblea. Creo sinceramente que esta incorporación es muy positiva, tanto para Nueva Pescanova como para Arvi. Su participación es a través de su representante, David Troncoso, que es el que está asistiendo a los Consejos de Administración, y ya hemos tenido varia reuniones s consejos, en las que han aportado muchas cosas. En resumen, fijando bien las bases desde un primer momento, la petición recibió el respaldo unánime, tanto de Consejo como de Asamblea.
¿De cuántos barcos estamos hablando?
Bueno, Pescanova se incorporó como grupo, como Nueva Pescanova. En Arvi tenemos diversas fórmulas entrada y en su caso se incorporó como grupo. Otras empresas se integran por número de barcos, otras se incorporan en Arvi y no en las asociaciones…
Entiendo que en este caso Nueva Pescanova se incorporó a Arvi a través de Acemix (Asociación de Empresas Comunitarias y Sociedades Mixtas de Pesca), dado que ninguno de sus barcos tiene bandera española
No, no ha sido así, y hay que saber que este es un proceso que evidentemente requiere un tiempo. Lo que tenían claro desde Nueva Pescanova era que querían incorporarse a la Cooperativa, entonces se asociaron como grupo empresarial y no a través de una asociación, que ahí sí que lo natural sería a través de Acemix, que entendemos que así será en el futuro. Por ejemplo, ha venido a visitarnos el Ministro de Namibia y lógicamente Pescanova ha estado presente ya que, como bien dices, la actividad de Pescanova no son barcos de bandera española sino de bandera mixta.
Hablemos del Brexit. Últimamente se dan muchas cifras sobre el número de trabajadores que se verán afectados por la salida del Reino Unido de la UE, ¿de cuántos empleos realmente hablamos?
Hay una flota importante que está pescando en la zona de Gran sol, de esa flota española que son unos 90 barcos, un total de 57 descargan habitualmente en el puerto de Vigo, es decir que aquí se vende el producto. Otro dato a tener en cuenta es que tenemos pescadores gallegos y capital gallego, de asociados de esta cooperativa, en barcos no sólo de bandera inglesa o española, sino también de bandera francesa o irlandesa que pescan en Gran Sol Neafc, que a raiz del Brexit se van a ver afectados. Todo ese conjunto de trabajadores gallegos que pueden verse afectados están en torno a los 800, ese es nuestro cálculo. Pero no sólo hay que hablar de Gran Sol, hay un gran desconocimiento en el sentido de que el Brexit nos afecta a la línea de flotación en relación a Gran Sol Neafc, vale, pero también están las Malvinas, donde el Brexit nos va a afectar igual o más. Allí tenemos trabajando 40 grandes buques congeladores arrastreros, de los que 16 tienen bandera de Malvinas, y el resto tienen bandera española, pero todos pescan con acuerdos privados en aguas malvinas. En total, las tripulaciones gallegas de esos 40 barcos están en torno a los 1.000 trabajadores, esas son las cifras. Otro pregunta sería cuántos barcos de origen español están a día de hoy abanderados en Irlanda, Francia o Inglaterra, según nuestros datos 140.
¿Lo que puede pasar en Malvinas con el Brexit podría ser más importante que lo que suceda con la flota de Gran Sol?
Sobre todo Malvinas es muy importante por los volúmenes de pesca. El fresco en relación al congelado es muchísima menos cantidad, sin valorar otras cosas. En el puerto de Vigo, más o menos, por cada kilo de pescado fresco que entra, hay 10 de congelado. es decir que los volúmenes de pescado congelado son muchísimo mayores que los de fresco. Las importaciones de producto inglés que entra a España, básicamente a través del puerto de Vigo donde se descarga y se vende, son en torno a 13.000 toneladas. Si sumamos los barcos con capital nuestro con bandera francesa e irlandesa que también pescan en ese zona y que también vienen a descargar aquí, son 41.000 toneladas más. Estaríamos hablando de cincuenta y pico mil en total. Vale, pero sólo Malvinas, el pescado congelado en 2016 fueron 33.000 toneladas de calamar, más 3.000 toneladas de pescado. Desde el punto de vista del impacto en producción, en Malvinas tiene mucha importancia lo que pase con el Brexit. Por otra parte, no hay que olvidar que las cifras de empleo que estamos dando son de trabajadores a bordo de los barcos y, según nuestros estudios, cada marinero genera en tierra cuatro puestos de trabajo. Si sumas los 800 de Gran Sol, más lo 1.000 de Malvinas, lo multiplicas por cuatro, estás hablando de cerca de 8.000 trabajadores gallegos que pueden verse afectados.
La salida del Reino Unido también puede ser, por otra parte, una oportunidad para cambiar la estabilidad relativa, que es una demanda histórica de la Cooperativa de Armadores de Vigo.
Es cierto. Si nos vamos ya a la época post Brexit, entiendo que habrá por una parte un tratado para las negociaciones Reino Unido-Unión Europea y, por otro lado, uno para la relación entre los 27 de la UE. En el primer punto, habrá dos ámbitos territoriales, uno sería Gran Sol y Neafc, porque las aguas inglesas dejarán de ser comunitarias, pero no europeas y porque ahí hay intereses de los noruegos, de las Feroe, de Islandia, etc., además de enormes intereses de la flota danesa, holandesa, francesa, irlandesa, española, que pescan en esas aguas. Y el segundo tema será con respecto al ámbito territorial es Malvinas. En estos dos casos habrá que ver el tema de la continuidad del acceso a sus aguas, los aranceles, los tripulantes…
Una vez que salga Reino Unido de la UE se presenta otro escenario ya que todos los años en aguas de la UE se fijan los TAC (Totales Admisibles de Capturas) normalmente por criterios científicos, y después existen los criterios de referencia o de distribución, criterios de reparto que se hacen en base al principio de estabilidad relativa. Esto se fijó en 1980, es decir, antes de la adhesión de España a la Unión Europea, en base a criterios única y exclusivamente políticos. Fue algo que se hizo en un principio para preservar las zonas altamente dependientes de la pesca que en 1980 eran Reino Unido, Irlanda y Dinamarca (por Groenlandia). La distribución de esas cuotas se hicieron, por otra parte, en base a las capturas históricas de 1973 a 1978 y a partir de ahí se distribuyeron entre países. España como ya sabemos aún no estaba dentro de la UE, al igual que Portugal, así que cuando entramos se nos obligó a reducir flota y de los 460 barcos que en los ochenta estaban pescando, hubo que bajar a 300. Hoy, debido a desguaces y deslocalizaciones, estos 300 barcos se han quedado reducidos a 90. Lo que decimos nosotros es que estos criterios políticos han quedado totalmente desfasados, tanto por los años de referencia (del 73 al 78), como porque las zonas altamente dependientes de la pesca, que ya no son las que eran en ese momento, Groenlandia ya no es UE; Escocia, o lo que para el caso es Reino Unido, se va de la UE, y sólo quedaría Irlanda. Y tal y como reconoce la Comisión Europea tras un estudio encargado a dos importantes auditoras, la zona que más depende de la pesca es Galicia, y después Sicilia. Por lo tanto, la UE sabe que a lo largo de estos 37 años se ha producido un cambio en la situación socioeconómica de cada una de las regiones del ámbito comunitario y es necesario una adaptación a las nuevas realidades. Esta es la gran oportunidad para España y entiendo que para Galicia.
¿Y cuál es la propuesta de la Cooperativa?
Hay que tener en cuenta que mantenemos desde hace más de 30 años el criterio de estabilidad relativa, un criterio que se ha perpetuado con última la reforma de la política común de pesca. Se trata de un sistema absolutamente injusto porque supone una discriminación por razón de nacionalidad, que va totalmente en contra del principio de igualdad de trato. Esto, unido a la variación de las circunstancias determinantes que se había tenido en cuenta a la hora para fijar el criterio de estabilidad relativa. En este sentido, nosotros proponemos que se lleve a cabo una modificación o una actualización del criterio para fijación de cuotas entre países cada año y que se adecúe el reparto a las circunstancias de cada zona y, además, que se tenga en cuenta el criterio ecosistémico. Hemos elaborado un informe en el que se demuestra que en un periodo de seis años (2008-2014) ha habido una subutilización de cuotas de pesca de un millón de toneladas, esto no puede ser. No estamos pidiendo sobreexplotar recursos, estamos diciendo que los científicos son los que han dicho que se podía pescar un millón más de toneladas pero hay países como Dinamarca o Francia que no pescan sus cuotas, y éstas se pierden. En cambio otras flotas como la nuestra, con capacidad pesquera, no puede pescar. También pedimos más flexibilidad a la hora de hacer transferencias de cuotas entre países. La forma por la que la UE de 27 puede seguir funcionando y puede salir reforzada por la salida de Reino Unido, es apostar por más Europa, más unida, que se potencia la solidaridad entre los 27, que haya unas políticas más unificadas y que prime la eficiencia y la solidaridad entre países.
¿Cómo se está adaptando la flota de Arvi a la obligatoriedad de desembarque de todas las capturas, a la prohibición descartes?
La prohibición de los descartes está generando preocupación, en el sector hay muchas dudas y la propia Comisión Europea se ha dado cuenta de que los periodos transitorios que se han establecido para ir aplicando la medida a cada especie, no se ajustan a la realidad. La realidad es cambiante ya que se están produciendo alteraciones, migraciones de especies hacia otras zonas. En todo caso, lo que está claro es que la medida de prohibir los descartes es absolutamente contradictoria con respecto al criterio de estabilidad relativa. Me explico, nosotros tenemos tradicionalmente especies de estrangulamiento en pesquerías mixtas, por ejemplo en Gran Sol, en donde no se puede hacer una pesquería dirigida y pescar exclusivamente merluza, porque te entran otras especies. Si sólo tenemos cuota para pescar merluza, gallo y rape, teniendo en cuenta que la cuota de rape que le corresponde a España es mínima, ahí (con el rape) tenemos una especie de estrangulamiento clara, que pescábamos y nos veíamos obligados a arrojar al mar porque no teníamos cuota. Ahora no se puede arrojar al mar por lo que el problema es todavía más grave, con lo que han optado por establecer una serie de criterios para modular esa prohibición, a través de lo que se llama ‘mínimis’ o flexibilidades. Congeniar estabilidad relativa, con RMS (rendimiento máximo sostenible) y con prohibición de descartes es dificilísimo y nos pone en una posición muy complicada. Por eso decimos que a lo mejor la salida de un miembro de la Unión Europea, como es Reino Unido, puede servir como punto de arranque para reflexionar un poco sobre si la gestión de las pesquerías es la adecuada, a través de un sistema como el actual de TACs y cuotas, o debemos ir hacia un enfoque ecosistémico, de gestión de esfuerzo, al menos en esas pesquerías mixtas que con el sistema actual es prácticamente de imposible cumplimiento.
¿Y qué está haciendo el sector con este problema?
Lo que nosotros estamos haciendo es trabajar en cantidad de proyectos para conocer cuáles son las mejores artes de pesca para que nuestras capturas sean más selectivas, además de modular las salidas de los barcos a efectos de cuáles son los periodos en los que podemos hacer más pesca dirigida, es decir, cuando hay menos diversificación de especies, y proponer y favorecer las cesiones de cuotas entre países (swaps). En ese estamos trabajando, además de pedir en las administraciones nacionales que transmitan a Bruselas, y nosotros también directamente, para que se concedan mayores flexibilidades, que se facilitan esas transferencias y que apoyen todos los proyectos que estamos llevando a cabo de selectividad a la hora de pescar. Queremos que se sepa claramente que nosotros somos los primeros interesados en apoyar la sostenibilidad de los recursos porque pensamos a largo plazo, pero para esto necesitamos ayuda y tiempo.
¿Una de esas medidas es la presentación en el mercado de nuevas especies?
Sí, estamos trabajando mucho en la utilización del producto de descartes. De esta forma, hemos presentado recientemente en el Forum Gastronómico de A Coruña la campaña “Los grandes desconocidos”, que son especies de escaso valor comercial pero que en muchos casos tienen unas cualidades nutricionales muy buenas. Su problema es que no son reconocidos en el mercado. Estamos potenciando, por ejemplo, la langostiña, que es un crustáceo que pescamos en Gran Sol; el pepino del mar, que se pesca también en Gran Sol y las costas gallegas; o el gallo pequeño. Son especies que entendemos que aportan mucho a la dieta de los españoles, por sus propiedades, y además al tener un valor comercial más bajo, ayudan en la cesta de la compra. Hay que recordar que cuando salió al mercado y empezó a conocerse el fletán, fue una campaña de la Cooperativa, y el mismo camino puede tener el marujito, que es un pescado que capturamos en el Atlántico suroccidental y que se estaban arrojando al mar en cantidades de más de 50.000 toneladas al año, buscamos salidas comerciales y las encontramos. Intentamos adecuar los recursos existentes a los mercados, porque esto es una cuestión de hábito, ni más ni menos. Por ejemplo, en el norte de Europa se consume mucho pescado pero no se come cefalópodo, en el sur de Europa se consume mucho pescado y cefalópodo, son hábitos, costumbres muy arraigadas en cada población.
En julio se celebrará la primera edición del festival Sea Fest, ¿cuál es el objetivo de esta iniciativa impulsada por la Cooperativa de Armadores?
Esta iniciativa parte de una demanda del sector, no es hacer un festival porque sí, es una celebración que se venía demandando desde hacía mucho tiempo por muchos armadores y gente del mundo de la pesca. En el festival, que se celebrará 7, 8 y 9 de julio, necesitamos poner en valor varias cosas: la calidad de nuestros productos, la variedad y que Galicia, especialmente Vigo, es la despensa de Europa en lo que se refiere al pescado. Queremos mostrar la transformación que se ha producido en nuestro ámbito desde los años 60 hasta hoy, tradición y modernidad, la importancia que para nosotros tiene el I+D, la lucha contra el cambio climático, la adaptación a las nuevas regulaciones pesqueras, la mejora de la seguridad y la habitabilidad en los barcos… Queremos, en definitiva, trasladar todos estos cambios a la ciudadanía. A lo largo de todos estos años también se ha producido un cambio de axioma, hasta ahora sólo se tenía en cuenta la opinión de los científicos, administraciones y sector, pero el rey del mercado es el consumidor, hay que tener muy en cuenta a la sociedad civil, la opinión de las ONG’s, los agentes sociales. Y por eso, desde hace seis años, la Cooperativa en colaboración con UGT y CC.OO. formamos la primera fundación paritaria entre empresarios y trabajadores en el ámbito pesquero de toda Europa, no hay otra. Esta fundación está centrada básicamente en aspectos sociales y laborales, ahora mismo se va a implementar la Convención 188 de la OIT, en donde se establece una serie de requisitos que tienen que cumplir los barcos, y es una de las cuestiones actuales de la fundación, junto con el análisis de los siniestros que se producen en hundimientos de barcos, son materias que tienen para nosotros gran importancia.
Volviendo a la Vigo Sea Fest, ¿qué formato tendrá?
Queremos que sea una fiesta popular, no profesional, ya existe Conxemar para eso, una feria totalmente consolidada en la que colaboramos y hacemos aportaciones en cada edición. Esperamos que venga mucha gente a la gran fiesta de la industria del mar, que tendrá un componente muy importante de nuestra cultura y nuestro arte. Habrá conciertos gratuitos, degustaciones de vinos gallegos, artesanía, deportes náuticos, muchos talleres para niños y adultos, y todo esto dentro de la fusión gastronomía y pesca. Tenemos chefs súper reconocidos a nivel internacional y tenemos el mejor producto, así que vamos a poner en valor la potencialidad que tienen nuestros productos, destacando asimismo el factor humano que hay en el mundo de la pesca. Todo esto, para mí, está enmarcado dentro de la cultura del slow food, el fast food nos está generando enormes problemas de salud pública. La Organización Mundial de la Salud acaba de sacar un estudio que dice que si las poblaciones de riesgo consumieran simplemente entre 40 y 60 gramos diarios de pescado, las muertes por enfermedades cardiacas se reducirían a la mitad. Es más, somos la proteína que menos contamina, por cada kilo que se produce, el nivel de CO2 es ocho veces menor que para obtener un kilo de ternera.
¿Han recibido el respaldo de las instituciones?
Hemos conseguido un apoyo institucional muy importante (Autoridad Portuaria, Zona Franca, Ayuntamiento de Vigo, Diputación, Xunta, Secretaría de Pesca) y también un respaldo importante de instituciones relevantes desde el punto de vista financiero. No hay ninguna otra fiesta en el sur de Europa específica de exaltación del pescado y esperamos que participe un gran número de personas. Queremos que sea una celebración de Galicia para el mundo desde Vigo y que en cuatro años ya esté consolidada, potenciando la marca Galicia a través del mundo de la pesca. Por otra parte, y con carácter previo, vamos a hacer en la Cooperativa el 22 de junio la cuarta Conferencia Internacional sobre el Futuro de la Pesca, que este año estará dedicada al tema de la dietética y que contará con la participación de reputados expertos y especialistas en el tema de otros países.
Por último, ¿qué le parece a la Cooperativa de Armadores de Vigo la elección de Alberto López como nuevo Secretario general de Pesca?
Es una gran incorporación, es muy positivo. Estamos hablando de una persona muy conocedora del sector, con mucha experiencia, tiene una formación veterinaria muy buena, y uno de los principales problemas que tenemos en el puerto de Vigo, por encima de la estiba, es el PIF (Puesto de Inspección Fronteriza), así que quién mejor para solucionar esos problemas que alguien que sea veterinario de formación y conozca perfectamente este tema.
El anterior secretario, Andrés Hermida, también era veterinario…
Correcto, pero no consiguió resolver este problema. Pero, además, Alberto López fue el gran inspirador del clúster de sociedades mixtas, y piensa que en esta cooperativa las sociedades mixtas son las que más facturan y las que tienen más volumen, yo soy el presidente de la asociación, y Alberto López puede ser en este sentido el banderín de enganche para seguir reclamando en Bruselas ese status comunitario que queremos que tengan las sociedades mixtas pero, además, tiene un talante negociador muy bueno. Por otra parte, es una persona que tiene gran experiencia diplomática, de hecho estaba en la Embajada de Francia. Estamos con el problema del Brexit y éste es el perfil que necesitamos. También conoce perfectamente la realidad de la pesca y a los pocos días de su nombramiento, la primera visita que realizó fue a la Cooperativa de Armadores de Vigo, y estuvo reunido con nosotros cuatro horas, tomando nota de todas nuestras reivindicaciones. Es una persona muy receptiva, activa y con muy buenos contactos y estamos muy contentos no sólo por él, sino por todo el equipo que está nombrando, por ejemplo se ha traído a Rafael Centenera, una persona especializada en acuerdos y tratados de pesca. Justo en este momento en el que nos jugamos muchísimo, en el que nos jugamos realmente el futuro, Alberto López es la persona idónea.