“Es sorprendente que en la anterior reunión el stock de marrajo estuviera bien y ahora hablen de una sobrepesca del 90%”
Todavía no entienden lo que ha pasado en esta reunión del ICCAT con el marrajo, una especie que nunca tuvo excesivos problemas de abundancia y que, de acuerdo con unos recientes informes científicos, presenta una sobrepesca del 90% y un 10% de incertidumbre. Según nos explica la directora gerente de Orpagu, esto se debe a un cambio de metodología de última hora y el peso que han tenido en los informes científicos los datos obtenidos por flota que no está dirigida a la especie, como la de China Taipéi. En España, una de las dos organizaciones más afectadas es la de los palangreros guardeses, que cuenta con un total de 16 barcos dirigidos a esta pesquería. A pesar del susto, Juana Parada asegura que en estos dos años que tienen de margen podrán revertir la situación y demostrar con datos que el marrajo está en buen estado. Para validar sus datos, la flota deberá ir acompañada de un observador físico o electrónico, que certifique las capturas sobre esta especie.
¿Siguen sorprendidos por la decisión de la ICCAT con respecto al marrajo?
Es que esta resolución de ICCAT con respecto al marrajo fue totalmente inesperada para nosotros. De hecho, la última evaluación científica que conocíamos arrojaba unos resultados totalmente contrarios al informe que utilizaron en la reunión. Por otro lado, si buscamos el lado positivo, hay que verlo como una oportunidad, no está todo cerrado y tenemos la oportunidad de demostrar que se le puede dar la vuelta a este resultado negativo, a pesar de que sabemos que vamos a pasar dos años malos. Lo importante es que estamos convencidos de que se puede regular la pesquería.
¿Y en lo que respecta al pez espada?
En relación a esta especie no hemos tenido ningún sobresalto ya que se mantienen las cuotas actuales, y para cuatro años, que eso es muy bueno para el sector, te da una cierta estabilidad y tranquilidad. También es verdad que en el informe científico no había ninguna recomendación en torno al pez espada que pudiese indicar que iban a reducir cuotas o que tuvieran que imponer otras medidas. No obstante, en cuanto al marrajo, que fue nuestra gran sorpresa, también se decía que no había sobrepesca, que el stock estaba bien y ahora, con el cambio de metodología, resulta que el stock está sobrepescado en un 90%., y tiene otro 10% de incertidumbre. Es decir, que el marrajo es ahora mismo una de las pesquerías con más peligro. Con ese resultado, no podíamos pedir nada.
¿Cuál era la propuesta inicia de la Comisión ante este último informe del marrajo?
Al principio pedían un TAC cero, lo que supondría la prohibición de la pesquería en dos años (2018-2019) y, dependiendo de los resultados que se obtuvieran en ese tiempo, se hablaría de un posible plan de recuperación de la especie. Teniendo en cuenta la importancia de esta pesquería, sobre todo para la Unión Europea o países como Marruecos, no se podía de repente tomar la decisión de prohibir la pesquería, así que poco a poco se fue pasando de esa propuesta inicial de TAC cero a dejar pescar algo (unas 500 toneladas), pero con unas medidas muy estrictas. Aquí lo que hace falta son datos para saber cómo está realmente el stock, y esos datos sólo se pueden obtener a través de la pesca. Si no se pesca, no se va a saber cómo está el stock.
Después hablamos con Marruecos ya que con la UE no había mucho que hacer porque la propuesta comunitaria era de TAC cero o un 100% de observadores para los barcos que pescasen esas toneladas. Y realmente esto era un problema, porque estamos hablando de barcos pequeños, donde no tienen cabida los observadores, porque no hay espacio físico a bordo. Para ellos también había la posibilidad de instalar un observador electrónico, aunque es muy caro y había partes contratantes que no sabían ni qué era esa. Japón pedía unas medidas similares a las de la UE, mientras que Estados Unidos apostaba por unas medidas todavía más estrictas porque hablaban además de una talla mínima, pero muy grande, de 180 centímetros en machos y 210 centímetros en hembras. Hablaríamos entonces de ejemplares enormes, que son muy pocos, ya que la media de lo que se está pescando es bastante inferior.
Tras la conversación con Marruecos, se hizo un trabajo con el sector y la Administración para ponernos todos de acuerdo y presentar una nueva propuesta que tuviera en cuenta la necesidad de tener un margen de tiempo para asimilar la nueva situación y adoptar las decisiones oportunas.
¿Qué es lo que hace falta hacer con respecto al marrajo?
Hacen falta datos, es decir, pesca, para poder adoptar las decisiones apropiadas. Además, los datos que se tomaron para hacer esa nueva evaluación que presentaron en la reunión tuvieron más peso los de China Taipéi, por ejemplo, que los de la flota comunitaria, y esa flota no está dirigida al tiburón, se dirige al atún. Así que estos dos años que nos dan de plazo, nosotros los vemos como una oportunidad para trabajar y presentar datos de rigor científico para demostrar que la especie no está en peligro. Es cierto que hay más marrajo en unas zonas que otras, pero hay medidas como las vedas que serían más eficaces que la prohibición de pescar la especie.
La propuesta que finalmente se adoptó no impone ningún TAC, pero lo que dice es que el barco que quiera pescar marrajo va a tener que llevar todo el año un observador a bordo o durante el tiempo de pesca de esta especie, ya sea un observador físico o electrónico.
¿Cómo es posible que una especie que en principio no presentaba problemas, esté de repente en peligro?
Sí que resulta sorprendente, de hecho en el informe del año pasado sobre esta misma especie, se hablaba de que el stock estaba en buenas condiciones, que incluso presentaba una ligera mejoría con respecto a otros informes. Vamos, nada que ver con lo dicho en esta última reunión. Desde nuestro entendimiento, porque es bastante complejo entender las evaluaciones del comité científico, se juntaron dos cosas: por un lado, un cambio de metodología, que se basa mucho en la incertidumbre y en el enfoque precautorio, y, por otra parte, dentro de los parámetros que ellos utilizan tuvieron mucho más peso los informes de la flota que no está dirigida a esta especie, y que representa menos del 30% de la pesquería, que los datos aportados por los barcos que sí está dirigida a la especie y que lleva más de 30 años capturándola.
Si en la reunión hubiese científicos que levantasen la mano y defendieran de verdad que había datos que no se estaban teniendo en cuenta, esto se hubiera parado y no estaríamos en esta situación.
¿Vuestra flota que va a llevar a bordo, observadores físicos o electrónicos?
Hemos tenido ya una asamblea, les expusimos el tema y ahora mismo están digiriendo la información ya que, como dije, es totalmente inesperada. Algunos pensarán que es mejor no capturar marrajo, directamente, pero eso conlleva un problema que es que entonces no vamos a aportar datos y poder darle la vuelta a esta historia dentro de dos años. Es como la pescadilla que se muerde la cola. Por otro lado, estamos esperando a que se pronuncie la Secretaría de Pesca porque esto habrá que coordinarlo.