“Trabajamos en una máquina nueva para enlatado de atún en frasco de cristal”
Esta empresa familiar de maquinaria para la industria conservera es un ejemplo de lo que se puede conseguir con audacia, un buen producto y un trabajo serio. Sesenta y siete años después de sus inicios en Carballo, Herfraga continúa conquistando el mercado mundial con sus empacadoras de atún, tan buenas que incluso han sufrido el mal de la piratería, con copias hechas en Asia. En esta entrevista, Mercedes Fraga, directora comercial de la empresa, nos habla de los proyectos más inmediatos de la compañía y de la razón del éxito de una iniciativa empresarial que nació y se expandió en el mercado internacional cuando los teléfonos móviles e internet eran pura ciencia ficción.
Han recorrido un largo camino desde sus inicios en los años 30. ¿Qué ha sido lo más difícil en este tiempo desde que en 1950 se especializaran en la fabricación de maquinaria para la industria conservera?
Herfraga tiene una trayectoria muy larga, a partir de los años 50 se empezaron a fabricar máquinas empacadoras de atún y desde entonces hemos mejorado, hemos invertido mucho en I+D y la cercanía con el cliente nos ha ayudado mucho. Que Galicia sea líder mundial en la fabricación de conservas de atún también ha sido muy importante para nosotros, porque esa cercanía con el principal mercado nos ha ayudado a desarrollar nuevos productos y a saber qué deseaba el conservero en cuanto a especificaciones en la maquinaria. De esta forma, durante años hemos ido mejorando y diversificando maquinaria para atender a las distintas necesidades del mercado.
¿Su maquinaria siempre estuvo dirigida a la industria conservera?
Sí, tradicionalmente a la conserva de pescado, fundamentalmente de bonito, atún y pulpo, y en los últimos años, un pequeño porcentaje de nuestra fabricación se dedica al sector cárnico y vegetales. De hecho, en el sector cárnico hemos desarrollado una empacadora para pollo crudo, que estamos vendiendo muy bien, y para los vegetales hemos diseñado una llenadora de vegetales rallados, que la están usando nuestros clientes para llenar frasco de cristal.
En 1961 registraron su primera patente, ¿cuántas tienen en la actualidad?
Tenemos registradas actualmente un total de 14 patentes. Esto se debe a que el desarrollo tecnológico y la innovación, Herfraga siempre lo ha realizado con patentes propias, y eso nos ha permitido afrontar retos de diversidad de mercados y diversidad también de clientes, en un entorno de alta competitividad e internacionalización. Y es que ahora tenemos que hacer frente al gran número de copias pirata que tenemos en Asia, eso nos obliga a innovar para superar esta y otras barreras.
En su momento decidieron apostar de forma clara por el mercado exterior y hace unos años sus ventas fuera de España ya representaban el 85% del volumen total de su negocio. ¿Cómo está la balanza actualmente, siguen vendiendo más en el mercado internacional?
Para Herfraga, el volumen de ventas está, fundamentalmente, en la exportación. El año pasado exportamos el 76% de la producción. Si nos referimos sólo a máquinas, exportamos el 89%, y los destinos son variables. Por ejemplo, el año pasado, el 31% fue para el mercado africano, el 25% para Sudamérica, el 19% Oriente Medio, otro 19% para los mercados asiáticos, y el 6% restante fue para Europa.
¿Y en 2017 qué ha pasado con las ventas?
Este año volvimos a recuperar nuestro mercado de exportación más tradicional, que es Tailandia, que vuelve a situarse para nosotros como nuestro mejor destino de exportación.
Entiendo que debido a esta presencia en el exterior, les afectó poco la crisis.
Bueno, sí que la notamos, sobre todo los primeros años y en el mercado nacional. Lo que pasó fue que aumentó el ratio de exportación de nuestros productos con respecto a años anteriores.
El mercado de las conservas está en permanente evolución tecnológica, ¿cómo afecta esto a una empresa como la suya?
Los requerimientos del cliente nos obligan a mejorar nuestras máquinas continuamente. Necesitamos mantener la imagen Premium que tradicionalmente tienen nuestras máquinas, tanto en durabilidad como en la óptima presentación de producto enlatado. Herfraga es famosa por la calidad del corte que consigue en el pescado enlatado, digamos que hacemos bonito el atún, pero eso también nos obliga a mejorar la eficiencia de nuestras máquinas. Queremos conseguir un mayor aprovechamiento del producto, que es lo que le importa al conservero por la alta competitividad de su mercado, y porque el mantenimiento de precios de la lata de atún durante años les exige reducir costes lo máximo posible. Para ello, nosotros incorporamos las últimas tendencias en tecnología electrónica, consiguiendo una gran comunicación entre equipos, un control de la calidad y cantidad de pescado que se introduce en lata, lo que ayuda a eliminar residuos y a calibrar mejor el peso del pescado que se enlata. También hemos conseguido mejoras de diseño, lo que aumenta la ergonomía y la seguridad de la máquina, que cada vez es de más fácil manejo lo que ayuda a reducir los accidentes laborales.
Una empresa familiar que está presente en más de 50 países. ¿Cómo lo han conseguido?
Reconozco que hay que felicitar a nuestros padres y a nuestro abuelo porque fueron los que lo consiguieron, ellos ya nos dejaron el mercado abierto, nosotros sólo afianzamos y ampliamos en algunos casos. Creo que la respuesta a la pregunta que me hace es que ellos fabricaron un producto de éxito, que dieron confianza y de hecho tradicionalmente siempre se recibió al cliente final en la fábrica, que es algo que nosotros seguimos haciendo. Tenemos muchísimas visitas de conserveros, que ven cómo fabricamos y que saben que podemos dar una rápida respuesta a sus necesidades porque creamos todo el proceso de fabricación y diseño de la máquina, eso da seguridad.
¿Cuáles son los últimos países en los han conseguido introducirse?
Este año hemos vendido por primera vez en Vietnam, y seguimos manteniendo los clientes de nuestros muchos destinos de exportación.
¿Las necesidades de un conservero gallego coinciden con las necesidades de un empresario del sector en Tailandia?
En este mercado cada vez más globalizado todos tienden a lo mismo, todos piden rapidez, eficiencia y eliminación de residuos para conseguir el mejor aprovechamiento del producto. Con las nuevas innovaciones conseguimos que la obtención de una buena presentación del atún en lata dependa cada vez menos del factor humano; esto es importante en todos los mercados, pero especialmente en el europeo debido al alto coste de la mano de obra.
¿Qué significa la “calidad de corte Herfraga”?
Herfraga tiene un sistema de corte de la pastilla de atún, que hace que cuando abres la lata, veas el tronco, una imagen bonita. Tenemos una imagen europea, que es donde se le da gran importancia al aspecto del atún en la lata, hay otros mercados en los que no es tan importante.
En una empresa como la suya, entiendo que el servicio post-venta, además de la calidad de los productos, es fundamental para fidelizar a los clientes, ¿es así?
Para mí es uno de los aspectos más difíciles de nuestra empresa, es nuestro hándicap diario. En algunos mercados tenemos representantes que nos ayudan muchísimo, porque conocen el mercado y porque están próximos a nuestro cliente final, pero reconozco que a veces es muy difícil dar un buen servicio de atención al cliente por la dispersión de nuestro mercado. Lo intentamos y las nuevas tecnologías nos ayudan muchísimo, porque hoy en día te comunicas fácilmente con casi cualquier parte del mundo. Me cuesta entender cómo lo hicieron nuestros padres hace 50 años, pero el hecho es que lo hicieron, viajaron mucho y tenían una estrecha relación con muchísimos clientes de casi todo el mundo.
¿Cuántas empacadoras han vendido desde que se iniciaran en este sector, las tienen contabilizadas?
Hemos vendido unas 1.600 empacadoras en todo el mundo.
¿Cuántos trabajadores conforman la plantilla de Herfraga?
En estos momentos somos 25 trabajadores, cinco de la familia, que realizamos labores de gerencia, y el resto son empleados de fábrica, ingenieros, técnicos…
¿Qué proyectos tienen previsto para 2018?
Tenemos dos proyectos, uno que tiene que ver con una máquina nueva que ya estamos desarrollando para enlatado de atún en frasco de cristal, y el otro proyecto es el de asumir el cambio de ubicación de la empresa. Llevamos aquí desde los años 50 y ahora ye tenemos el proyecto para trasladarnos al polígono industrial, así conseguiríamos una mejora en el proceso productivo ya que estas instalaciones se nos han quedado pequeñas y no conseguimos la eficiencia necesaria en nuestros procesos de producción. Por otra parte, estamos muy orgullosos porque este año el informe Ardan nos ha catalogado como empresa global, que es un indicador nuevo que han incluido y que significa que Herfraga tiene valores elevados en magnitudes directamente relacionadas con el proceso de internacionalización tales como número de clientes extranjeros, que tenemos cerca de 300; número de países a los que exportamos, que son más de 50, y volumen de exportaciones fuera de la Unión Europea, que en Herfraga en los últimos años ha sido de alrededor del 80%.
¿Nunca se plantearon dejar Carballo?
No, en absoluto, en Herfraga somos carballeses de corazón.