La Organización de Productores Pesqueros de Lugo es una de las primeras OPPs que se constituyeron en España. Fue en 1986 con motivo de la entrada en la Comunidad Económica Europea y para la correcta implementación de las políticas pesqueras comunitarias en sus flotas. Han pasado más de 30 años desde entonces y Lugo es hoy un ejemplo de la evolución y modernización que ha experimentado el sector pesquero en Galicia. Su gerente, Sergio López, nos habla de los retos a los que se enfrentan las flotas de palangre, la de superficie y la de fondo.
¿En qué situación se encuentra misma la flota del palangre de superficie adscrita a la Organización de Productores OPP-07?
En lo que se refiere a palangre de superficie nuestra pesquería está ahora mismo en aguas internacionales y es más o menos estable, pero con unas amenazas a corto plazo. Son problemas relativos a recomendaciones científicas o decisiones políticas que se podrían adoptar por culpa de la presión que están ejerciendo algunas asociaciones medioambientalistas. Es una situación preocupante ya que nosotros estamos haciendo una gestión adecuada de los recursos a los que estamos dirigidos. Por eso estamos trabajando en conjunto las organizaciones gallegas y el sector de comercialización para demostrar que la situación de la pesquería es mejor de la que dicen.
En este sentido, en 2017 iniciamos un programa de observación con científicos a bordo, ya que desde ciertas ONG’s hay una cruzada contra la flota que pesca tiburones, en general. Gracias a los datos recogidos por los biólogos que llevamos en los barcos demostramos que las capturas están dentro de los parámetros normales, y que se están tomando decisiones sin tener en cuenta los datos científicos reales. En nuestras especies principales como son pez espada, tintorera y marrajo intentamos podemos demostrar que algunos de esos posicionamientos de determinadas organizaciones no se ajustan a la realidad.
En resumen, la flota de palangre de superficie está en un momento estable, pero con algunas amenazas que nos obligan a estar trabajando en la línea de aportar datos reales. Porque cuando se toman las decisiones con datos poco fiables quien lo paga siempre es el armador.
¿Y en el palangre de fondo cómo están las cosas?
En nuestro caso, pescamos mayoritariamente en caladeros europeos y nuestra especie objetivo número uno es la merluza, con una situación biológica muy buena, podríamos decir que casi en máximos históricos. Incluso esta semana han presentado las propuestas del ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar) para el año que viene y hablan de un incremento de la situación de la biomasa en prácticamente el 30% con respecto al año anterior. Esto podría dar que pensar que estamos viviendo una situación idílica, pero no es así. En este caladero tenemos un grave problema a corto plazo: el Brexit. Nuestros caladeros son compartidas aguas británicas /aguas europeas y de esa flota de Gran Sol quienes tenemos ahora mismo esa gran preocupación con lo que pueda pasar somos España, Francia e Irlanda. No sabemos cómo se va a resolver finalmente para nosotros la salida de Reino Unido de la Unión Europea
¿Y de otros problemas como el precio de la especie o el coste del combustible, que tanto perjudicaron a esta flota en el pasado, ya se han recuperado?
El precio se ha mantenido estable en los últimos años. Nosotros trabajamos sólo con el pincho y el precio medio de nuestra merluza siempre ha sido más elevado que el de las capturas que realiza la volanta o el arrastre. Nuestra merluza, si te vas a un histórico, siempre ha tenido un precio medio anual superior. Y en lo que respecta a los consumos de gasoil, tanto la flota de palangre de superficie como la de palangre de fondo dedican muchos días al año a trabajar en el mar. Es decir, podríamos estar hablando de flotas que pasan entre 250 y 300 días de pesca al año, con consumos de entre 250.000 y 300.000 litros anuales , en función de los días de trabajo y potencia de cada buque. Cualquier subida, y ahora mismo hay una previsión de que el coste de combustible siga subiendo, nos obligará a tomar decisiones o a estar expectantes con lo que pueda pasar. De todas formas, nosotros hemos modernizado nuestra flota, no tanto en construcción como en otras épocas, pero sí en lo que respecta a mejoras de eficiencia y medidas de ahorro. En ese sentido, todos estamos sensibilizados con este tema y sabemos que existen unas expectativas de que el combustible suba a corta plazo, eso provoca unas variables que hay que tener muy en cuenta.
En esta línea, la DG Mare presentó el año pasado su encuesta anual, un balance de las distintas flotas a nivel europeo, y en esos datos apuntaba que el coste que se preveía a medio plazo del combustible podría incrementarse un 10%.
¿Y cómo están de edad las unidades de la Organización?
La mayor parte de nuestra flota fue construida con fondos europeos entre los años noventa y dos mil y algo. Tienen una media de 20 años y son barcos relativamente nuevos, teniendo en cuenta que ahora mismo no hay ayudas a la construcción. Son barcos que están muy bien mantenidos, que entran todos los años en astillero para hacer labores de mantenimientos. La de nuestra organización es una flota muy cuidada.