Un estudio, realizado dentro del proyecto europeo ParaFishControl por el grupo de trabajo liderado por AZTI ha logrado demostrar la ausencia de gusanos parásitos zoonóticos en los peces de las piscifactorías europeas, específicamente en dorada, lubina europea, rodaballo, salmón atlántico, trucha arco iris y carpa común. Se trata del mayor estudio realizado en Europa al respecto y los resultados obtenidos han sido incluso mejores de lo esperado.
En total, y para este trabajo, se analizaron, desde la primavera de 2016 hasta invierno de 2017, más de 7.000 peces de granjas acuícolas comerciales de toda Europa, incluidos Croacia, Dinamarca, Grecia, Hungría, Italia, Noruega, España, Turquía y otras regiones europeas.
Los buenos resultados obtenidos han sido muy destacados por los investigadores. En este sentido, Miguel Ángel Pardo, de AZTI, señaló que “esta es una gran noticia para la acuicultura europea ya que los resultados indican que consumir pescado de las granjas europeas presenta un riesgo insignificante para la salud humana cuando se trata de gusanos parasíticos zoonóticos”, aseguró.
Estos resultados son un indicador significativo del éxito general del proyecto logrado hasta el momento, que cumple claramente su objetivo primordial: aumentar la sostenibilidad y la competitividad de la industria acuícola europea, mejorando la comprensión de las interacciones entre peces y parásitos, y ayudando a desarrollar soluciones innovadoras y herramientas para prevenir, controlar y mitigar los parásitos dañinos que afectan a las principales especies de peces de cultivo en Europa.
Los investigadores que participaron en el estudio utilizaron varias técnicas de detección para la identificación de los parásitos, entre ellas la inspección visual, el método UV-press, la digestión artificial, el alumbrado, la compresión muscular innovadora y la digestión artificial seguida de examen microscópico, así como técnicas moleculares basadas en análisis de ADN.
Durante su análisis no encontraron gusanos parasitarios zoonóticos en ninguno de los peces examinados, lo que apunta a un nivel de confianza del 99%. Es por ello que, destacan, los resultados obtenidos “fortalecerán la competitividad y la imagen pública de la acuicultura europea y permitirán a los acuicultores europeos gestionar sus riesgos a niveles muy bajos, lo que diferenciará a sus productos de alta calidad del resto de productos en todo el mundo”.
El doctor Miguel Ángel Pardo, experto en calidad, seguridad e identidad alimentaria de AZTI, explicó la importancia de estos resultados positivos, que “nos han llevado a diseñar investigaciones más específicas para llevar a cabo en peces malnutridos como posibles portadores de parásitos, y la alimentación como posible vector de transmisión. Esto nos permitirá evaluar todos los aspectos cruciales en la infección de peces por parásitos zoonóticos”.
Si bien las enfermedades bacterianas y víricas de los peces cultivados se han estudiado ampliamente y han sido testigos de avances sustanciales en su control, las enfermedades parasitarias han recibido menos atención y financiación de la investigación. Sin embargo, la prevención y el manejo de enfermedades son esenciales para la sostenibilidad de la industria acuícola europea.
El proyecto de investigación ParaFishControl y sus socios
El proyecto de investigación ParaFishControl está financiado por el programa de la Unión Europea Horizonte 2020 con 7,8 millones de euros y está coordinado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Acuicultura Torre de la Sal (IATS). Su objetivo es la prevención de las enfermedades parasitarias que afectan a las diferentes especies de cultivo, dificultando la producción acuícola y su rendimiento económico.
El consorcio ParaFishControl se puso en marcha en abril de 2015 y continuará hasta 2020. Sus socios colaboradores pertenecen a instituciones de investigación públicas y privadas, Pymes y grandes empresas. En la actualidad, ParaFishControl realiza una serie de actividades encaminadas a compartir sus resultados con multitud de interesados, tales como científicos que trabajan en el mundo académico, la industria acuícola y farmacéutica, profesionales veterinarios, asesores, consumidores y responsables políticos, así como el público en general.
El consorcio ParaFishControl, coordinado por el CSIC, está formado por 28 socios y representa a organizaciones líderes en sus respectivos campos de trabajo de 13 países europeos diferentes. Además de AZTI y del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal, en el proyecto participan otros dos centros del CSIC: el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo y el Real Jardín Botánico de Madrid, junto a otros socios extranjeros como: la Universidad de Bolonia (Italia), la Academia de Ciencias de Hungría, la Universidad de Copenhague (Dinamarca), el Centro Helénico de Investigación Marina (Grecia) y la Universidad de Bergen (Noruega).
Retos de la acuicultura
La acuicultura es el sector de producción animal que más crece y actualmente provee la mitad de todos los productos acuáticos para el consumo humano en el mundo. Sin embargo, esta industria se enfrenta en la actualidad a una serie de retos que limitan su desarrollo, entre los que se encuentran los brotes de enfermedades. Se estima que las pérdidas económicas causadas por patologías suponen un 20% del valor total de la producción de peces, y que los parásitos tienen cada vez una incidencia e impacto mayores.
Las pérdidas económicas debidas a las enfermedades parasitarias se deben, no sólo a las mortalidades directas que producen, sino también al pobre crecimiento, las bajas tasas de reproducción, la mayor susceptibilidad a otras enfermedades, la menor resistencia al estrés, los costes de los tratamientos y las pérdidas de calidad y valor en el mercado del producto final.
Se estima que el mayor impacto de los parásitos en la acuicultura europea se debe al piojo del salmón atlántico, la principal especie de pez cultivada en Europa. La UE y países asociados destinan al año 170 millones de euros para controlar este ectoparásito, que produce unas pérdidas globales anuales de 300 millones de euros. Algunos parásitos pueden también afectar a los consumidores, por lo que su control y erradicación es una cuestión de salud pública.
En las últimas décadas, el amplio estudio de las enfermedades bacterianas y víricas de peces ha permitido importantes avances para su control. Sin embargo, las enfermedades parasitarias han recibido menos atención. Actualmente, no existe ninguna vacuna comercial contra parásitos de peces. No existen métodos de diagnóstico adecuados para los más importantes o no están suficientemente estandarizados. Además, el número de productos quimioterapéuticos para su uso veterinario contra parásitos es muy limitado y algunos de ellos tienen impacto ambiental o pueden llegar a generar resistencias. Es más, algunos parásitos han atraído la atención por la posible transferencia de parásitos entre peces cultivados y salvajes o por el impacto de los tratamientos en el medio ambiente. Todos estos antecedentes aminoran el rendimiento y la imagen pública de la piscicultura europea. El proyecto ParaFishControl aborda estos retos y es por ello que integra en un consorcio multidisciplinar expertos académicos y del sector empresarial e industrial de la acuicultura europea.