Con una trayectoria de 30 años en el sector del frío, la empresa que dirige Antonio Miranda es un referente a nivel nacional y un fiel apoyo para el sector pesquero allá dónde esté trabajando. Y es que el servicio de atención al cliente de Climafrío es sin duda de lo mejor del mercado, como atestiguan los armadores que confían año tras año en la profesionalidad de esta empresa ubicada en Ribeira. Una localización que, como nos cuenta Antonio Miranda, no les ha supuesto ningún problema para crecer: “Desde Galicia, como desde cualquier otra parte del mundo, se puede desarrollar una actividad y ser competitivos. Además, el ser gallego tiene una ventaja añadida que es nuestra capacidad de poder comunicarnos con casi 300 millones de habitantes más que otra gente que no habla o no entiende el portugués. De ahí, los negocios que hemos hecho en Angola, Cabo Verde o Brasil, por ejemplo”.
Este año cumplen 30 de actividad en el sector del frío industrial y naval, ¿cómo ha sido el camino hasta ocupar el lugar preferente que tienen hoy?
El camino que nos ha llevado hasta aquí ha estado plagado de mucha dedicación, mucho esfuerzo, y sobre todo, mucha constancia y empeño por llevar nuestros proyectos adelante. En estos 30 años ha habido también momentos muy duros, hemos pasado algunas crisis, unas más importantes que otras, y momentos delicados en el propio sector, me refiero al de la pesca, que es con el que hemos ido de la mano, soportando también los baches que ellos tenían.
Fueron de las primeras empresas en tener sede en Ribeira, ¿por qué se decidieron en su momento por esta ubicación?
Fuimos la segunda empresa relacionada con este sector en tener su sede en Ribeira. Esta decisión no fue por casualidad, y es que hace 30 años, aproximadamente, hubo una cierta revolución tanto industrial como pesquera en el entorno de esta comarca, con Ribeira a la cabeza. Fue cuando se empezó a industrializar más el sector, no solamente el de la conserva, sino también todo el que rodeaba a la pesca en general. También se empezaron a modernizar las pequeñas embarcaciones que había de madera y se empezaron a construir en hierro. De tal forma que los barcos pasaron de no tener prácticamente instalaciones frigoríficas a bordo -el pescado se conservaba con hielo-, a refrigerar las neveras, a conservar las carnadas en neveras de congelación… Todo esto empezó hace unos 30 años, así que todo ayudaba a tomar la decisión de instalarnos aquí.
¿Nunca pensaron en cambiar la sede?
Aunque tuvimos alguna posibilidad, o tentación, de ir a otro sitio, la decisión fue siempre firme porque estábamos seguros de que nuestro sitio está aquí en el puerto, al lado de la gente de Ribeira a la que le debemos prácticamente todo lo que somos. Puedo decir sin lugar a dudas que sin toda la gente del mar de Ribeira, esta empresa sería diferente.
Su principal cliente ha sido la flota pesquera, pero también han sabido posicionarse en el frío industrial (conserveras, frigoríficos, congeladores, supermercados…). ¿Qué peso tienen hoy en día en Climafrío cada una de estas actividades?
A lo largo de 30 años, que aunque se dice rápido es mucho tiempo, hemos vivido muchas experiencias y las empresas, como cualquier otra entidad, también sufren transformaciones y cambios. Nuestra apuesta estuvo siempre orientada a encontrar una estabilidad y lo que hicimos para lograrla fue diversificar un poco la actividad. En los comienzos más que con la flota, Climafrío empezó trabajando con la industria conservera, sobre todo, y también la industria de distribución de productos perecederos como pueden ser refrigerados o los congelados. Es verdad que ahí estuvieron nuestros comienzos, pero después lo que buscamos fue diversificar hacia otros sectores como por ejemplo el de la pesca, donde fuimos de la mano del sector. Con el tiempo esta actividad nos fue absorbiendo cada vez más hasta el punto de que nos fuimos especializando en la pesca porque, además, supimos ser competitivos. La pesca fue la que más nos impulsó ya que también de su mano entramos en la construcción naval, colaborando con los astilleros en grandes buques, por ejemplo.
¿Siempre han ido de la mano del sector pesquero?
Sí, de hecho fue el propio sector el que nos empujó a desarrollar la empresa. Cuando la flota de Ribeira, entre la de otros puertos, marchó a trabajar al caladero de Marruecos, ahí hubo que adaptar los barcos y nosotros contribuimos al desarrollo de esta flota. Ten en cuanto que estos barcos pasaron de pescar fresco y conservar el pescado solamente refrigerado a bordo a experimentar una reconversión ya que los barcos tuvieron que buscar caladeros que cada vez estaban más distantes del puerto base. Así que colaboramos en la modernización de estos buques, convirtiéndolos en congeladores.
Su salto al mercado internacional comenzó en gran medida con su participación en las primeras ediciones de la World Fishing Exhibition. ¿En cuántos países han trabajado o están trabajando en estos momentos?
Bueno, Climafrío no es una empresa exportadora. Es cierto que nuuestra apuesta por participar en dos ediciones de la World Fishing nos ayudó a abrir un poco nuestro entorno hacia el exterior, pero no me refiero con esto a otros `países, sino a darnos a conocer fuera de nuestra comarca: entrar en Vigo, o en Burela y en el sector a nivel nacional. Nuestra presencia internacional llegó cuando la flota para la que trabajábamos salió fuera. No fuimos a buscar negocio sino que lo que damos es un servicio en cualquier parte del mundo, a cualquier armador o cliente que nos llame. Nos ha pasado de estar trabajando fuera y que algún armador contactase con nuestra gente para que le echáramos una mano. Así hemos captando clientes. El número de países en los que estamos o hemos estado no lo sé con precisión, pero siempre vamos a estar donde nos necesiten nuestros clientes: Índico, Pacífico, Escocia, Irlanda…Siempre al lado del sector pesquero. Así que lo que se puede decir es que exportamos un servicio de asistencia y un soporte técnico. Y también es cierto que a algunos países llevamos nuestra tecnología, que es más avanzada de la que tienen ellos como puede ser el caso de Cabo Verde o Marruecos, por nombrar dos países.
¿Se puede crecer manteniendo su base en Galicia?
Sin duda, desde Galicia como desde cualquier otra parte del mundo se puede desarrollar una actividad y ser competitivos. Además, el ser gallego tiene una ventaja añadida que es nuestra capacidad de poder comunicarnos con casi 300 millones de habitantes más que otra gente que no habla o no entiende el portugués. De ahí, los negocios que hemos hecho en Angola, Cabo Verde o Brasil, por ejemplo. Tenemos una facilidad enorme de entendernos e incluso de empatía por la proximidad que nos puede dar esta mejor comunicación.
¿El sector naval comienza a salir de la grave crisis que sufrió hace unos años, en Climafrío han notado esta recuperación?
Tengo que decir que efectivamente se nota que hay un crecimiento importante, los astilleros están ahora mismo en una situación que creo que es favorable y aunque nosotros sólo trabajamos con una o dos empresas de este sector, sí que vemos que está habiendo una demanda importante y hay una situación favorable. Pero en nuestro caso al habernos diversificado y con la suerte de que la flota, de alguna u otra forma, se mantuvo, atravesamos esa crisis e puntillas, de hecho prácticamente no variamos nuestra facturación en esos años.
¿Qué complicación tiene la instalación de la climatización en grandes barcos como remolcadores o cargueros en comparación con un pesquero?
Digamos que las exigencias normativas y las propias exigencias de un barco que navega durante meses sin tocar tierra a las que presenta otro barco que sólo pasa unos días fuera de puerto. Evidentemente, el nivel de confort, de ruidos o de tratamiento de aire también tienen que ser superiores. Así que tenemos que contemplar a la hora de instalar nuestros equipos que ahí vive gente durante meses y las condiciones de confort tienen que ser óptimas.
¿Qué busca el armador cuando opta por su empresa, imagino que tendrá bastante peso el servicio de post-venta?
Creo que esa pregunta la respondería mejor el propio armador (risas). Entiendo que lo que buscan las empresas es una fiabilidad, un histórico y el factor humano también creo que es importantísimo. La atención personal que intentamos dar hace que nos tengan en consideración para hacer proyectos con nosotros.
¿Ha cambiado mucho el sector de la industria del frío y la climatización en los últimos años?
Nuestro sector no es estanco, todo lo contrario, es un sector muy dinámico, que está innovando constantemente. Sobre todo ahora, que tenemos por delante grandes retos como las emisiones de gases y la verdad es que todo el sector en general hemos tenido que adaptar nuestras instalaciones para que sean cada vez más respetuosas con el medio ambiente, es un objetivo primordial para todos. Este sector desde que empezamos hace 30 años evolucionó muchísimo, las diferencias de cuando empezamos a ahora son abismales.
¿Climafrío cuenta con un departamento de innovación?
Por supuesto, hoy por hoy una empresa que no apueste por la innovación no es viable. Y no sólo en este sector, alguien que se quede estancado no puede competir en el mercado. Tenemos que tener siempre un plan de renovación e innovación.
¿Algún proyecto para los próximos años que nos pueda avanzar?
Ahora mismo estamos haciendo un gran esfuerzo y apostando porque nuestras instalaciones de frío sean lo más eficientes posibles. Tanto en control como en conseguir el máximo rendimiento y a provocar menos emisiones y ser más respetuosos con el medio ambiente. A veces en la pesca no es fácil hacer cambios, innovar es complicado y lleva tiempo porque tienes que demostrar que lo que estás haciendo cumple con lo que les están diciendo. Para los próximos años el objetivo es seguir mejorando nuestras instalaciones para dar el mejor servicio posible a nuestros clientes.
¿Cuánto facturó Climafrío en 2017 y con cuántos trabajadores cuenta la empresa?
Somos una empresa pequeña y nuestra facturación está en torno a los dos millones y medio de euros anuales. En el capítulo de personal en 2017 teníamos 17 trabajadores en plantilla, más el personal con el que colaboramos o subcontratamos para poder llevar a cabo las instalaciones y montajes que nos encargan.