La actividad pesquera gallega implica, de manera estructural, a otras 64 de un total de 81 que constituyen el conjunto de la actividad económica de esta Comunidad Autónoma, es decir el 79%, según los datos de un informe de la Universidad de Santiago de Compostela.
El sector pesquero español, representado por Cepesca, ha expuesto el impacto de la actividad pesquera en la realidad social y económica de nuestro país y ha mostrado el ejemplo de Galicia, región en la que la actividad pesquera implica, de manera estructural, a otras 64 de un total de 81 que constituyen el conjunto de la actividad económica de esta Comunidad Autónoma, es decir el 79%, según los datos de un informe de la Universidad de Santiago de Compostela.
Cepesca, a través de su secretario general, Javier Garat, ha mostrado esta realidad en el II Foro de los Océanos, que se celebró en Ginebra, organizada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y encaminada a alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 14 (conservar y usar sosteniblemente los océanos, mares y recursos marinos para el desarrollo sostenible) y el papel del comercio y las cadenas de valor de los productos pesqueros dentro de él. En el encuentro también se ha tratado cómo eliminar los subsidios perjudiciales en la pesca, que contribuyan a la pesca ilegal y a la sobrecapacidad, así como el papel del transporte, los puertos y servicios logísticos en las cadenas de valor de los productos pesqueros.
A modo de ejemplo, y volviendo a la realidad de Galicia, la actividad pesquera (flota de bajura, litoral, altura y gran altura, marisqueo, miticultura, acuicultura marina, conserva/productos transformados y comercialización) implica a una amplia gama de sectores de actividad, tales como astilleros, reparación y mantenimiento naval, estiba, transporte, seguros, servicios financieros, distribución, energía (refinados del petróleo, electricidad y gas), fabricación de redes y cabos, la industria de papel y cartón y la publicidad, así como servicios administrativos, organizaciones empresariales y sindicatos.
Durante su intervención en el encuentro, con la participación de Alexandre Rodríguez, secretario ejecutivo del Consejo Consultivo de la Flota Comunitaria de Larga Distancia (LDAC), Garat ha destacado la posición de España en el sector pesquero de la UE, donde ostenta la primera plaza por volumen y valor de las capturas y la tercera como generador de empleo (31%); así como su reconocimiento a escala global como referente de sostenibilidad y cumplimiento a tenor del peso de su actividad en aguas internacionales (1,14% de las capturas mundiales). De hecho, los 192 barcos pesqueros de la flota española que faenan en aguas fuera de la UE (de un total de 9.146 embarcaciones) aportan 521.625 Tn de productos pesqueros (58%) de unas capturas totales de 898.000 Tn. Así mismo, el sector pesquero español es impulsor de la actividad pesquera sostenible de más de 320 buques a través de su participación en sociedades mixtas en 24 terceros países, que suman unas capturas de alrededor de 500.000 Tn/año.
En este sentido y para mantener la competitividad, Garat aludió a una serie de factores claves, específicamente en el caso de la flota española que opera en caladeros internacionales y en el de las empresas mixtas en terceros países. En el primer ámbito, resulta fundamental garantizar la seguridad jurídica en estos caladeros, la representación en condiciones de igualdad en el seno de las Organizaciones Regionales de Pesca (ORP) y la defensa de los derechos históricos, además de asegurar su tratamiento en condiciones de igualdad respecto a las importaciones de productos pesqueros procedentes de terceros países. En el segundo ámbito, es necesario asegurar el reconocimiento expreso de estas empresas en la Política Pesquera Común (PPC) y establecer sinergias con las Políticas de Desarrollo y de Cooperación, además de establecer líneas específicas de financiación y garantizar la seguridad jurídica de las inversiones.
Según el secretario general de Cepesca, “la pesca conforma el núcleo de una red de diferentes industrias y servicios que abarcan una amplia gama de sectores y que, dado el carácter internacional del comercio de productos pesqueros, impulsa la actividad económica y el empleo, no solo en España, sino en todos los terceros países con los que se mantienen relaciones”.