“En MCG estamos centrados en la construcción de equipos modernos, de calidad, que sigan marcando las pautas”
Ha transcurrido una década desde el nacimiento de Montajes Conserveros de Galicia S.L. (MCG), empresa fundada en 1994 y especializada en el diseño, la construcción y comercialización mundial de cerradoras automáticas para envases metálicos o mixtos irregulares y redondos empleados en cualquier industria de aplicación. Tras estos años, la compañía ha conseguido colocarse en lo más alto del sector gracias a su orientación hacia el I+D+i y su capacidad para encontrar soluciones a los retos actuales y futuros. MCG cuenta hoy en día entre sus principales clientes a empresarios de Francia, Ecuador, Polonia y Croacia.
¿El 80% de la facturación de la empresa corresponde a sus ventas en el exterior, en cuántos países están vendiendo y cuáles son sus principales clientes fuera de España?
Ahora mismo estamos vendiendo en Reino Unido, Dinamarca, Francia, Italia, Portugal, Polonia, Ecuador, Marruecos, Isla Mauricio, Papúa Nueva Guinea, Croacia, Serbia; Rumania, Hungría y Rusia. Pero si tengo que destacar algún país por volumen de compra serían: Francia, Ecuador, Polonia y Croacia.
Entiendo que la apuesta por MCG por parte de conserveras gallegas, les abrió muchas puertas, sobre todo en los inicios, ¿fue así?
Sí, es cierto. Gracias al apoyo recibido de parte de los principales conserveras gallegas MCG ha podido avanzar en su posicionamiento.
Sus cerradoras destacan por su fiabilidad y rapidez, ¿tienen margen de mejora?
Las máquinas actuales, por los avances que ya incorporan, son, sin lugar a duda, las únicas cerradoras que se pueden consideran como una inversión de futuro por ser la únicas que incorporar una tecnología que ya ha demostrado que puede trabajar con los nuevos materiales que se están utilizando en la actualidad para fabricar los envases sin perjudicar el rendimiento de la máquina. En la actualidad, y fruto de la colaboración con la multinacional francesa Bonduelle, las máquinas MCG, que son las más rápidas del mundo para envases de forma, pueden trabajar 23.30 horas al día, 6 días a la semana, con un mantenimiento mínimo y si ya eran tangenciales, ahora lo son aún más, eliminando así cualquier riesgo de derrames de líquidos de cobertura.
La incorporación de mejoras fruto de la colaboración y la adaptación de los sistemas de cierre a las necesidades de diferentes industrias conserveras es algo que se garantiza desde MCG.
En esta empresa no somos partidarios de las grandes producciones y estamos centrados en la construcción de equipos modernos, de calidad y que siguen marcando las pautas que otros se han visto obligados a intentar imitar.
Cuentan con un departamento de I+D desde hace años, ¿sigue siendo la innovación una prioridad para la empresa?
La innovación es una máxima en MCG, sea por reingeniería o con I+D. Tenemos claro que las cerradoras de latas tiene que avanzar con los avances que se den dentro de los sectores en los que operan. Las máquinas diseñadas hace 40 años son como los coches de 40 años: funcionan, aunque sólo satisfacen las necesidades del presente a medias, ya no están a la altura de los nuevos, y mucho menos podrán garantizar las exigencias del futuro.
Trabajamos para mantener la máxima de ir aportando avances dentro de nuestras especialidades que nos permitan seguir marcando hitos dentro de la fabricación de cerradoras, como ser el primer fabricante de una cerradora de alta velocidad para el envase ½ Oval, o ser los únicos en diseñar una cerradora y su utillaje capaz de cerrar envases con espesores reducidos en aluminio como puede ser el envase HANSA 170/10 grms a 300 lpm, cuando otros no son capaces de superar la barrera de los 140 lpm .
¿Además de la conserva, para qué otros sectores trabaja MCG?
En la actualidad MCG nos sólo opera con éxito dentro del sector conservero de pescado a nivel mundial, sino que desde hace unos años se va afianzando como un fabricante de cerradoras de referencia dentro de las conservas cárnicas y de vegetales.
En 2017, y como ejemplo de su exitosa y diferenciada diversificación, las ventas a las conserveras cárnicas y vegetales a nivel mundial representan ya el 50% de nuestra facturación.
Hace unos años, la mayor parte de los componentes de su máquinas eran gallegos, ¿siguen apostando por Galicia?
Por supuesto, el 90% de los componentes se siguen haciendo en Galicia.
En 2018 se cumplirá una década desde que empezaron con la fabricación de sus productos, ¿cuál es el balance de estos años?
Es un balance positivo, donde en estos dos últimos años estamos recogiendo los frutos de los anteriores, algunos sin gloria, otros luchando contra los elementos y donde al final, como casi siempre, prevalecen las verdades, los hechos y los resultados.
En MCG confiamos en poder seguir con nuestro actual nivel de crecimiento, fabricando cerradoras modernas y que aporten soluciones de futuro a nuestros cliente actuales y a los que vendrán.