La anchoa del Cantábrico posee gran valor nutricional y comercial y constituye un pilar esencial para la actividad pesquera. Al tratarse de una especie muy vinculada a factores ambientales, es indispensable constatar cada año la cantidad existente para poder hacer una gestión sostenible de las capturas y garantizar su preservación.
Para dar respuesta a esta necesidad, el centro tecnológico AZTI, miembro de la alianza Basque Research and Technology Alliance (BRTA), realiza anualmente desde 1987 la campaña científica Bioman, una iniciativa que evalúa el estado de la población de anchoa adulta. Bioman está financiada por la Viceconsejería de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco y la Comisión Europea. Además, cuenta con la colaboración de la Secretaria General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que facilita el uso de sus buques oceanográficos Emma Bardán y Vizconde de Eza.
De acuerdo con la última campaña, la estima provisional de biomasa de anchoa en el golfo de Bizkaia se sitúa este año en torno a 330.000 toneladas, la cifra más alta de la serie histórica, iniciada en 1987. Estos resultados se encuentran muy por encima de las 21.000 toneladas, que marcan el valor mínimo recomendable para garantizar la sostenibilidad de la especie.
Si bien los datos obtenidos durante los últimos cinco años ya eran buenos, nunca, desde que dio comienzo en 1987 la serie histórica de la campaña Bioman, había registrado un resultado como el de este año.
Conocimiento al servicio del sector
Las investigaciones para la evaluación de la anchoa son un pilar básico para la gestión de la misma. Los datos recabados se analizan en el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM). Su ejecución contribuye al cálculo final del stock de anchoa (cuánto hay) y a la determinación del Total Admisible de Capturas (TAC) (cuánto se puede pescar).
Tras la cancelación de la campaña Pelgas, realizada anualmente por el instituto de investigación marina francés IFREMER, al mismo tiempo que Bioman, los únicos datos científicos disponibles para determinar la situación de la anchoa y realizar las recomendaciones de capturas en 2021 serán los recabados por nuestras campañas Bioman y Juvena, que AZTI llevará a cabo en septiembre, y las capturas de la flota.
La campaña Bioman de este año ha supuesto un importante desafío debido a la emergencia sanitaria de la covid-19, que ha exigido la activación de medidas extraordinarias para garantizar la salud de los equipos implicados en el estudio. En todo caso, el compromiso por la sostenibilidad de uno de los pilares de la economía del sector pesquero vasco y de todo el litoral cantábrico ha sido clave para tomar la decisión de llevar a cabo, pese a las circunstancias, esta campaña. No olvidemos que es un sector que da empleo a 1.000 arrantzales y a 3.000 personas en tierra, que comercializan y transforman el producto para ofrecer a las personas un alimento saludable.
Con relación a los datos de la costera de la anchoa de este año, las capturas de los buques vascos han sido de 4.600 toneladas frente a las 8.500 toneladas de 2019, que se explica por la duración más corta de la campaña debido a la incidencia de la Covid-19 (este año los barcos han faenado durante un mes y medio, frente a los dos meses y medio habituales de campañas anteriores). Respecto al precio medio en lonja, también ha sido algo inferior: 1,38 €/kg frente a los 1,62 €/kg del pasado año.
Evolución a menor tamaño
Una de las conclusiones obtenidas a través de las diferentes campañas de los últimos años es que el tamaño por edad de la anchoa está disminuyendo.
Esta disminución podría ser debida a una combinación de factores, por un lado, los fuertes reclutamientos hacen que la mayoría de la población sea de un año de edad, por otro lado, las condiciones favorables a una alta abundancia hacen que sobrevivan anchoas de menor tamaño para la misma edad, y finalmente, también sabemos que el aumento de temperaturas da como resultado individuos de menor tamaño.
Asimismo, el centro tecnológico está trabajando por otorgar un enfoque ecosistémico a la campaña Bioman. De esta forma lleva a cabo muestreos para obtener datos de toda la cadena trófica, además de información sobre residuos y microplásticos marinos. El objetivo es obtener un mejor aprovechamiento de los fondos invertidos en la campaña y responder a varias necesidades con una única iniciativa. Esto contribuye al cumplimiento de la Directiva Marco de la Estrategia Marina y de la Política Pesquera Común.
Estudio realizado por AZTI:
https://www.azti.es/el-stock-de-anchoa-en-el-golfo-de-bizkaia-registra-su-maximo-historico/