El Pleno del Parlamento Europeo aprobó recientemente un informe con 646 votos a favor, 3 en contra y 39 abstenciones, en el que subraya que la basura marina, y especialmente los micro- y nanoplásticos, suponen “una grave amenaza para varias especies de la fauna marina”, para los pescadores y los consumidores. El texto destaca que un consumidor medio de moluscos del Mediterráneo ingiere por término medio 11.000 fragmentos de plástico al año. Eso en lo que respecta a la salud de los consumidores, y a nivel económico, el sector pesquero pierde entre el 1 y el 5 % de sus ingresos por la basura marina.
Los residuos de la pesca y la acuicultura constituyen el 27 % de la basura marina. La Cámara reclama por eso acelerar el desarrollo de una economía circular en este sector mediante la eliminación gradual de los envases de poliestireno expandido y la mejora de los canales de recogida y reciclaje de residuos. Los eurodiputados también quieren diseños más ecológicos para los aparejos de pesca.
En la UE sólo se recicla el 1,5 % de las artes de pesca y algunos aparejos abandonados, perdidos o descartados (ALDFG) siguen activos durante meses o incluso años. Las conocidas como «redes fantasma» afectan indistintamente a toda la fauna marina, incluidas las poblaciones de peces, advierte el Parlamento Europeo. Para atajar este problema, los eurodiputados piden a la Comisión y a los Estados miembros que adopten las Directrices voluntarias sobre el marcado de las artes de pesca de la FAO.
El informe también pide medidas comunes a nivel comunitario para disminuir el uso de plásticos y luchar contra la contaminación de ríos, cursos de agua y litorales, procedente en su mayoría de tierra firme. Los eurodiputados quieren, por último, incentivar la investigación sobre el impacto de los nanoplásticos y microplásticos en los recursos pesqueros y la salud humana.
Al Mediterráneo llegan cada año más de 11.000 toneladas de plástico
Los residuos flotantes en la superficie sólo representan el 1 % del plástico presente en los océanos. En el caso del Mediterráneo, cada día se vierten en este mar 730 toneladas de residuos, y cada año llegan a él 11.200 toneladas de plásticos vertidos en la naturaleza, según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
En España, el 66,7% de las basuras marinas identificadas corresponden a maderas, seguido de plásticos (22%), según el informe de 2020 elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica. Otras basuras marinas son el papel y cartón (12%), residuos higiénico-sanitarios (7%) y metal (4%). En relación a las macrobasuras, como se conoce a los desechos marinos de más de 50 cm de longitud, la mayor parte proviene de actividades pesqueras (37%) y del transporte marítimo o de la navegación (25%).
Un océano de plástico si no cambian las cosas
En 2050, según la estimación de la Fundación Ellen Macarthur, los océanos podrían contener más plásticos que peces. Para evitar que estos desechos sigan contaminando el mar y ensucien las playas, la comisión de Medio Ambiente aprobó el 10 de octubre las nuevas reglas que hacen frente a los nueve principales productos plásticos de un solo uso hallados en las costas europeas. Éstos, junto a los artes de pesca abandonados, representan el 70% de la basura marina.
Es por eso que los plásticos son una de las siete áreas clave de la Comisión Europea para alcanzar la economía circular en 2050. Además de la «estrategia europea para el plástico en una economía circular», que reducirá progresivamente el uso de los microplásticos, está previsto que la Comisión presente más propuestas a lo largo del año para hacer frente a los residuos que provienen de este material.
Así, el Parlamento insiste en que la Comisión proponga eliminar progresivamente los contenedores y envases de poliestireno expandido procedentes de los productos de la pesca, así como todo los plásticos y envases innecesarios. Además, urge que se refuerce la visión marítima en las nuevas estrategias de la Unión, en particular el Pacto Verde Europeo, la Estrategia sobre la biodiversidad o la Estrategia «de la granja a la mesa», e insta a la Comisión a que acelere el desarrollo de la economía circular en los sectores de la pesca y la acuicultura.