Con carácter bianual, Anfaco-Cecopesca organiza en Vigo una cumbre mundial en torno al atún, el objeto de deseo de una parte de la flota, del sector transformador y de un buen número de consumidores. Este punto de encuentro para el sector contó en su octava edición con ponentes de diferentes ámbitos que expusieron la realidad de un recurso, al que desde Anfaco califican de “superalimento”.
Durante dos días, expertos de varios países debatieron sobre aspectos de interés como los nuevos paradigmas en el mundo del atún para satisfacer las necesidades del nuevo consumidor, que fue el tema de apertura del congreso. En este punto, consultores y representantes de los compradores coincidieron en que el atún es un producto sano, versátil y que se adapta muy bien a las necesidades actuales: es polivalente, se acomoda a todo tipo de platos y ofrece los aspectos saludables que tanto persiguen los consumidores.
De hecho, el atún, como quedó reflejado en las jornadas, es uno de los pescados más consumidos en España. Su carne posee un 12% de grasa, pero se trata de una grasa rica en ácidos omega-3, que ayuda a disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre.
Otros de los protagonistas de la VIII Conferencia Mundial fueron, como no podía ser de otra manera, los representantes del sector transformador. A lo largo de varias intervenciones los representantes de importantes empresas conserveras fueron desgranando las acciones necesarias para competir en el principal mercado mundial de las conservas de atún: Europa.
Un buen ejemplo, fue la ponencia protagonizada por Juan Luis Alonso Escurís, de Jealsa Rianxeira, quien explicó que las claves para mantener la competitividad pasan por la investigación, la inversión y la profesionalización. En el caso concreto de Escurís, señaló, están trabajando en medidas orientadas al aprovechamiento de materias primas y a la disminución de los costes de transformación. En este sentido, Alonso Escurís apostó por maximizar el aprovechamiento de la materia prima, asegurar la calidad de los procesos, disminuir los costes, y optimizar las líneas de producción a través de la eficiencia y mejoras medioambientales.
La flota también tenía mucho que decir en estas jornadas. Por ejemplo, el directivo de Albacora Imanol Loinaz destacó la necesidad de conservación de recursos de túnidos tropicales en todas las ORP’s. En este sentido, apuntó a la necesidad de limitar la construcción de nuevos buques de cualquier modalidad, de establecer listas positivas en las Organizaciones Regionales de Pesca con auditorías externas; la necesidad de definir el concepto de buque “artesanal”, para no perjudicar a esa pesca, y la puesta en marcha de medidas de gestión en base a la reducción del esfuerzo, paradas o vedas, y no en base a TACs.
Por su parte Borja Soroa, director general de Pevasa, habló de la sobrepesca y de la pesca ilegal. Con respecto a esta última, destacó una serie de medidas urgentes que se deberían poner en marcha con respecto al atún:
- Prohibir transbordos en altamar para todas las artes de pesca.
- Registro global de la flota , VMS y observador obligatorios.
- Eliminar beneficios arancelarios en productos del mar para países con flotas IUU.
- Establecer y controlar cuotas individuales por buque.
- Reformar las medidas de mercado vía requisitos de compra (como la ISSF).
La VIII Conferencia Mundial del Atún dio mucho de sí, y no todo positivo. En el transcurso de las ponencias quedó de manifiesto que sigue habiendo una brecha entre sector transformador y flota por el volumen del contingente de lomos de atún a arancel cero. No obstante, este año, lejos de los conflictos públicos de antaño, parece que el congreso sirvió para sentar a los representantes de ambas sensibilidades y, según adelantó el secretario general de Anfaco, Juan Manuel Viéites, se llegó a un acuerdo.